Sabemos la desesperación que puedes sentir al mandar tu currículum u hoja de vida a muchos lugares y no recibir una respuesta que invite a una entrevista. Si te pasa muy seguido, puede que haya algunos errores que estés cometiendo al momento de mandar tu postulación. Te contamos 5 razones por las que posiblemente no estás recibiendo una respuesta favorable a tus aplicaciones. ¡Evita hacer esto al aplicar a un empleo!
Estás aplicando a trabajos que no son para ti
Es importante que revises bien la descripción de la posición a la que estás aplicando. Si en la descripción se especifican ciertos estudios, habilidades o experiencia, y tú no cumples con esos requisitos, lo más probable es que no recibas una respuesta positiva. Sí, es verdad que muchas veces no cumpliremos al 100% con los requisitos y aún así nos llamen a entrevista, pero es menos probable. En este punto es importante que valides qué tan relevantes son ciertos requisitos para la posición, y que identifiques correctamente cuáles son los requisitos obligatorios y cuáles son un “nice to have”.
Tu currículum no está actualizado
Es importante que siempre revises que el currículum que estás utilizando está actualizado, y que lo actualices constantemente. Puede que ya hayas terminado de estudiar la universidad pero en tu currículum aún parezca que sigues estudiando, o que hayas finalizado tu periodo laboral en algún lado pero en tu currículum parezca que sigues allí. Siempre verifica que la información esté correcta al momento de enviarlo.
Mandas tu currículum sin especificar a qué vacante estás aplicando
En caso de que estés aplicando vía correo electrónico, es muy importante que especifiques la vacante a la que quieres postular. Recuerda que en la mayoría de los casos, los reclutadores tendrán más de una vacante a su cargo. Esto quiere decir que recibirán muchos currículos y puede que no se paren a preguntarte para qué vacante quieres aplicar.
En este punto también es importante mencionar que al mandar tu CV vía correo electrónico, es importante que no dejes vacío el cuerpo del correo: preséntate, cuenta sobre tu experiencia y por qué te interesa la vacante. Este podría ser tu diferenciador.
No estás revisando tu bandeja de spam (o correos no deseados)
Es muy importante que cuando apliques a una vacante estés muy pendiente de tu correo electrónico los siguientes días o semanas. También que revises constantemente tu bandeja de correos no deseados. En ocasiones los correos electrónicos de los reclutadores se marcan como spam automáticamente, así que puede que te hayan invitado a continuar en el proceso de reclutamiento y tú nunca hayas visto el correo. A mí me ha pasado más de una vez y sé que muchas personas se han perdido de oportunidades por esta razón.
No adjuntas tu CV
Suena poco probable, ¡pero es más común de lo que parece! Puede que mandes el correo sin adjuntar tu CV o que cuando apliques en una plataforma, subas un documento diferente por error. Siempre revisa dos veces antes de mandar tu aplicación que todo esté adjuntado correctamente.
Que cada “no” sea un empujoncito para buscar el “sí” la próxima vez.
Si quieres más consejos sobre cómo conseguir un empleo, lee ¿Cómo conseguir trabajo? La pregunta del millón.
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