Estoy segura de que cada que entras a la web ves más métodos para la vida que para una tesis, pero hoy quiero hablarte sobre el método Ikigai –todos hablan de ello, así que nosotros nos subiremos al tren– sígueme en el viaje.
Para empezar qué es el método Ikigai, dónde nace, quién lo inventó y qué tiene que ver con encontrar el trabajo ideal. Muchas preguntas y todas con respuestas. Empecemos.
El derivado de Ikigai
Desglosemos rápido la palabra:
Ikigai viene de ikiru, que significa “vivir” en japonés, y kai significa el cumplimiento de los deseos. Por lo tanto, Ikigai significa “encontrar tu propósito de vida encaminado a encontrar tu felicidad”.
Si bien, los japoneses más de una vez nos han enseñado sobre la importancia del equilibrio en nuestras vidas, pues esta no es la excepción.
Ikigai es un mix entre lo que te impulsa, motiva y se convierte en algo perfecto para tu vida.
¿Cómo llevarlo a lo laboral?
Si jugamos un poco con el significado de Ikigai y lo vemos como “encontrar un trabajo que te haga feliz día a día” y no aquel que te haga extrañar los fines de semana más que nunca.
Sé lo que estás pensando, “vivimos en el planeta tierra, no en una fantasía”, créeme que lo sé, y mi cabeza da mil vueltas mientras escribo estas palabras. Pero hay más coherencia de lo que te imaginas en esto.
Frenemos un momento y hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo que más disfrutas hacer en tu día a día? Algo que te apasione de verdad (lo harías hasta gratis)
- Identifica tus talentos (Si te cuesta identificarlos, pregúntales a 5 personas cercanas)
- De esos talentos, ¿Qué podría ser remunerado?
- Tus talentos, ¿de qué manera ayudan al mundo? (Aquel que comparte sus talentos con el mundo, tiene el cielo ganado)
Sí, te jugué un poco chueco, tendrás que hacer un poco o (mucha) introspección para contestar las “sencillas” pero complejas preguntas que te dejé arriba.
Pero es que esto solo nos hace recordar aquellos exámenes vocacionales que nos hacían hacer en el colegio.
Vamos que en esa época era complicado contestar, pero aún no teníamos experiencia necesaria, es más, tal vez ningún examen le atino a lo que realmente te apasiona y eres talentoso.
Pero aquí un pequeño tip que solía decirme mi mamá –aún lo hace— ¿Te acuerdas para que eras realmente bueno cuando eras pequeño? Bueno, ahí esta tu talento escondido. Sabías palabras madre mía.
Ahora piensa cómo puedes transformar ese talento a tu vida laboral y vivir de ello.
No estoy diciendo que renuncies a todo y te avientes a ser un super atleta a tus 30 años o cantante en la voz México… no es desanimarte, solo pido un poco de cordura en nuestro contexto. Pero sí pensar cómo puedes compartir tu talento con el mundo.
Una vez qué tengas tus respuestas, te aconsejo anotarlas en una libreta, agenda, o algún lugar legible para que lo tengas presente y pienses en cuáles serán tus próximos pasos.
¡Nunca te olvides de compartir tu talento con el mundo!
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