Desde niños hemos tenido esta idea que, para poder dirigir un equipo, una empresa o a un grupo de personas, debes ser imponente y hacer que los demás te respeten, “solo un buen jefe logra eso”. Pero se deja de lado, que la mejor forma de llevar a tu equipo al éxito, es aprender a ser un líder.
Ser un líder y ser un jefe son posturas muy diferentes. Un jefe es alguien autoritario, que da órdenes y pone fechas de entrega, mientras que un líder es aquel que pone el ejemplo de cómo se debe hacer las cosas y ayuda o escucha mejores soluciones.
¿Por dónde empezar?
Un líder es aquel miembro del equipo en el que sus compañeros confían. Es por eso, que debes analizar, qué aspectos de tu persona puedes mejorar para lograr ser un buen líder.
Aprender a serlo es todo un reto, es algo que requiere de mucho trabajo y esfuerzo diario, sobre todo cuando entiendes que las decisiones acertadas llevarán a tu equipo y a ti a alcanzar una meta en común.
Por lo tanto, primero debes saber quiénes son y cómo es tú equipo, para así lograr identificar las habilidades y fortalezas de cada integrante. Sabiendo esto será más fácil dividir las tareas.
Confía en tu equipo
Como líder debes aprender a delegar y para lograr hacerlo de la manera más efectiva posible, debes confiar en las habilidades y capacidades de cada integrante de tu equipo.
Date la oportunidad de aceptar nuevas ideas y retroalimentación. Te ayudará a ver puntos de vistas diferentes y a lograr una mejor comunicación.
Aprende a escuchar
Muchas veces nos enfocamos únicamente en el trabajo, en las metas y objetivos establecidos de la empresa, pero también es importante escuchar cómo se siente nuestro equipo por individual.
No es que te cuenten toda la historia familiar, pero sí detalles que te hagan entender si algo está afectando su rendimiento profesional.
También el qué ellos sepan que pueden darte consejos sobre qué aspectos puedes mejorar o qué dinámicas implementar para el equipo, creará un vínculo importante de confianza. (OCC Mundial)
Siempre se humilde
Todos hemos tenido a ese compañero o jefe que al saber que es bueno en algo o que se encuentra en mejor posición que los demás tiende a sentirse superior, y eso no es lo que hace un líder.
Un líder es empático con su equipo, enseña, provee y predica con el ejemplo.
El ser humilde creará una lazo de confianza que te traerá beneficios profesionales y personales.
Sé consiente de tus errores
Debes tener presente que el ser un líder no significa que estés exento de cometer errores, al contrario, estás más expuesto a cometerlos, pero eso no debe de ser una barrera, es una oportunidad para mejorar y crecer constantemente.
Acepta cuando te equivoques, asume la responsabilidad, y después, busca la solución más adecuada para remediar el error.
Renuévate
Lo mejor para crecer y estar actualizado, es renovarse y seguir aprendiendo.
El que seamos expertos en algo, no quiere decir que no necesitemos seguir en constante cambio.
Vivimos en una época en la que, si no te renuevas, mueres. Por lo que, es importante como líder estar actualizado y dar lo mejor, para así sacar el mejor provecho de nosotros mismos y brindarlo a nuestro equipo, obteniendo mejor productividad y resultados en el equipo.
En conclusión…
Cree en ti mismo, aprovecha lo que tienes como persona y siempre trata de ir más allá, sal de tu zona de confort, notarás muchos cambios en ti y en tú equipo.
Recuerda que, para ser un líder no necesariamente debes tener un puesto directivo, los líderes se encuentran en todas partes.
“Los líderes destacados hacen hasta lo imposible por elevar la autoestima de su personal. Si la gente cree en sí misma, es increíble lo que pueden lograr.” Sam Walton