Crisis de los veintitantos ¿Por qué la sentimos?

Primer empleo y la crisis de los veintitantos ¿Por qué la sentimos?

¿Tienes una crisis existencial?

Al terminar nuestros estudios universitarios es común sentir incertidumbre por el futuro. Nadie nos indica cómo insertarnos en el mercado laboral y tenemos un millón de dudas sobre nuestro primer empleo. ¿Cuál es el siguiente paso que deberíamos dar?

Parece que todos tienen la respuesta a esa pregunta, ¡excepto tú!

No te preocupes, la crisis de los veintitantos es completamente normal.

Al concluir un capítulo de tu vida y comenzar un nuevo camino puedes sentir angustia y plantearte si tus decisiones han sido correctas o deberías redefinir el rumbo. Muchas ideas comienzan a acumularse en tu mente y si no detenemos esos pensamientos podemos entrar en la temida crisis de los veintitantos (también conocida como crisis del cuarto de vida).

Esta crisis ocurre cuando los jóvenes se sienten abrumados ante la incertidumbre de un futuro incierto. Algunos de los pensamientos intrusivos más constantes son:

Saber que ya no eres un estudiante y comenzar a sentir presión por cumplir expectativas autoimpuestas o lograr lo que tu familia espera de ti.
Los planes que hiciste en tu etapa estudiantil comienzan a verse cercanos y aún no estás en dónde deseas estar.
Ansiedad por obtener tu primer empleo y angustia ante la falta de oportunidades.

La buena noticia es que esto pasará.

La crisis de los veintitantos es una situación inquietante pero afortunadamente pasajera. Un gran número de personas la han experimentado y hoy, gracias a internet y las redes sociales, podemos familiarizarnos más con este fenómeno social.

¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor?

En LaPieza, sabemos que no es fácil atravesar esta etapa, por ello, queremos proporcionarte algunos consejos para sobrellevar esta fase de la mejor forma posible.

Evita compararte con los demás. Cada persona posee contextos diferentes y por ello avanza a su propio ritmo. Aplaude tus logros y celebra cada paso que das para llegar a tus metas.
Traza un plan de acción. Usemos este periodo para conocernos a fondo, realizar una introspección y definir la ruta que debemos seguir para lograr lo que deseamos. Recuerda que cuando agregas fechas a tus sueños, estos se convierten en planes.
Capacítate en temas de empleabilidad. Conseguir trabajo no tiene por qué ser una misión imposible. Conoce qué habilidades necesitas para destacar en el mercado laboral y trabaja en la creación de un CV de éxito y un perfil de LinkedIn ganador.
Conecta con tu propósito. Si lo que estás haciendo ahora no te satisface por completo, es el momento ideal para perseguir aquello que en verdad te hace feliz. Aunque pienses que ya ha pasado el tiempo, nunca es tarde para hacer lo que realmente te motiva.
Si sientes que toda esta angustia te sobrepasa, pide ayuda. Busca personas de confianza y platica cómo te sientes. Hoy en día puedes conectar con comunidades en internet, foros y espacios donde puedes intercambiar experiencias y consejos. Si consideras que necesitas apoyo profesional, acude a terapia. No tengas miedo, podrás salir adelante.

Recuerda que tú puedes crear ese futuro que tanto anhelas, no existen las prisas y no es una competencia. Como dijo Guillermo del Toro: “Ustedes los jóvenes están en la edad exacta de la desesperación. Yo nunca me sentí más acabado y viejo que a los veintitantos. Decía ‘ya me pasó la vida y no hice nada’. Pero estoy aquí para decirles que no: tienen un ***** de tiempo.”